Recientemente el colegio San José MPD sorprendió a sus alumnos organizando una charla referida a la educación sexual integral (ESI) dada por una profesional de portugués, lengua y especialista en ESI, Mercedes Figueroa. Hace tiempo ya que se propone la idea de dar este tipo de contenidos pero ha resultado en ocasiones complicado debido a tiempos y prioridades.
Para comenzar el año fue una excelente propuesta de parte de los directivos. ¿Por qué? La respuesta es simple: es indudablemente necesaria la enseñanza de este disciplina para toda situación relacionada con la toma de decisiones, respecto a la relación con otros y con uno mismo. Al mismo tiempo, la Ley 26.150 (Programa Nacional de Educación Sexual Integral) entiende como educación sexual integral la que articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos, y menciona también entre otras cosas que se debe otorgar a los estudiantes material referido a la violencia, el abuso, el maltrato, la seguridad, y otros.
A pesar de que nos esperábamos un discurso referido a lo biológico, en realidad fue encaminado más desde lo psicológico y social. En la charla se generó un clima ameno entre la especialista y el alumnado que se vio interesado y atento; fue sencillo entenderla por su expresividad tan gráfica y tranquila. El punto de vista que abarcó fue la experiencia, la seguridad mutua y el respeto hacia uno mismo. A medida que el encuentro avanzaba, en algún momento se te dibujaba en la mente una situación relacionada al tema.
Actualmente, la necesidad de educación sexual integral para adolescentes se ve cada día más reflejada en las escuelas, en las familias, en la sociedad, para respetar, cuidar y vivir una vida en comunidad sin que nadie se sienta obligada/o a nada que no desee y se fomente la responsabilidad de los actos.
De esta forma, se puede evidenciar el compromiso e interés de nuestra institución por llevar a cabo este tipo de iniciativa en favor de atender esta necesidad.
(En la foto, Mercedes Figueroa, disertante de la charla)
Lourdes Osán